jueves, diciembre 31

conmigo...

es 31 de diciembre, se va el 2009, pero me queda la transparente sonrisa tuya en la mitad de las madrugadas, me queda tu aliento indescriptible (no estoy hablando de tufo, porsiacaso), me queda tu abrazo, tu voz, tu palabra justa... me quedan en la retina nuestras tardes bajo techo mirando el pasto verde de la esperanza. se va el 2009, afuera suenan los cohetecillos y bombardas (así también se fue el 2008 bendito) pero tú me sobrevives porque te quiero (y me quieres), porque te conozco de toda una vida y sobre todo porque siempre, siempre estarás conmigo...

miércoles, diciembre 30

cuándo

vestido nuevo, camisa, corbata y la cálida soledad de estas noches. cuándo, dime cuándo bailamos con nuestra canción...

martes, diciembre 29

niña mía, sweet child o`mine...


... esta canción también es para ti

domingo, diciembre 27

yo sólo tengo esta pobre antena...


yo solo tengo esta pobre antena
que me transmite lo que decís
una canción, mi ilusión, mis penas,
y este souvenir...

anoche...

anoche discutí con mi flaca, a pesar que pocas horas antes prometimos que no nos dejaríamos ir disgustados el uno al otro. a pesar que tanto nos queremos, hay cosas que no se resuelven y que nos distancian de alguna forma. anoche la vi alejarse en la carretera mientras esperaba que diese vuelta y regrese a mi encuentro. qué miserable me he sentido anoche, no encuentro otra palabra para describir el momento... es domingo y ya quiero verla de nuevo, encontrarla, descubrirla, decirle lo mucho que significa para mi...

lunes, diciembre 7

las noches, nuestros días...


de los días que han pasado me quedo con la noche que salimos a cenar con mi flaca, la noche que estuvimos en el bar alemán y vimos bailar a unos negritos que la verdad dejaron impresionados a todos. estuvimos contentos, alegres. la vi sonreír de buena gana (como me gusta), la vi embriagarse poco a poco. cuando se iba al baño caminaba o tambaleante o con el gesto endurecido (como diciendo no estoy mareada, ¿qué no me ves?)... adentro calor, afuera el frío. cuando salimos ella se sintió caminando (jamás lo reconocerá) por la plaza de tiananmen (frente al tanque de guerra). y el hipo, el bendito y enorme hipo que nos delataba ante los pirañas y pájaros fruteros que dormían o intentaban sobrevivir -acechantes- bajo los pórticos a las 3 de la madrugada. y caminamos. abrazados, -ella hipando estruendosamente y yo sereno- caminamos con el eco de sus hipos en la espalda y como lo hacen los borrachos que regresan del jolgorio diario y cantinero... caminamos y atravesamos la plaza san martín de extremo a extremo, entonces decidimos regalarnos lo que siempre nos hemos debido (tamaña deuda que aún sobrevive)... y bailamos. el directorio reventaba a esa hora de groupies y no había donde sentarse. una cuzqueña más y baila conmigo, mira cómo me muevo y te beso, baila conmigo, baila, ¿si? (ojalá pongan la de vicentico que tantas cosas me hace acordar)... estábamos en el directorio y bailábamos parejo... entonces supe que nunca la había querido como esa noche, que nunca me pareció tan guapa, tan niña, tan ebria y tan sincera... y la abracé como se abraza el primer muñeco de hombre araña que le regalan los viejos a uno cuando niño, como se abraza uno al ferrocarril para que no nos deje, como se abraza uno a los sueños que nunca dejan de florecer cuando se tiene a alguien como ella que nos ama, que nos quiere con todas las fuerzas de su vida...
la noche del bar alemán y del directorio volvimos exhaustos. ella se durmió en el taxi, se recostó en mi hombro como otras tantas noches y yo la desperté antes de dormir porque era necesario... y aquí recuierdo la canción que tocaban en la disco cuando estábamos afuera comprando la entrada. era una de charly (ésta), una de sus tantas canciones de leyenda...

ella está por embarcar,
quizás consiga un pasaje en la borda...
ella está por despegar
ella se vaaa...

vuelta

vuelvo hoy después de tiempo, retorno porque es necesario dejar constancia, imprescindible dejar sentir... les cuento que la semana pasada regresé a villa maría pero esta vez de visita (como una vez les conté: me mudé de ciudad, de chamba y hasta de vida). regresé a villa y me volví a reencontrar con los viejos camaradas de tragos, de esquina, de tantas jornadas cabineras. ahí estaba maradona, los turbios y los olvidados de primero de mayo... me perdí varios días con los patas, recorrí sus polvorientas calles, visité mi antigua casa y encontré a todos mucho mejor que antes (el que está peor soy yo de tanta nostalgia, de tanta soledad y tanta mala vida)...
caminé de la panamericana hasta la puerta de casa mientras tarareaba "puente": "un día más, un día más... arriba el sol, abajo el reflejo de cómo estalla mi alma..." abrí, cerré, me senté en la mesa a desayunar con todos el pan tostado de doña juana y el infantable pescadito frito con café humeante y bien cargado. en casa sentí que cada día que he pasado fuera ha servido para reconocerme foráneo, ajeno, cada vez más lejano de esa realidad que ha dejado de ser la mía (aunque me duela decirlo)...
es tarde, estoy cansado, mi flaca no está conmigo ahora (la extraño), me duele la cabeza y sólo deseo dormir, dormir largo, largo, todo el tiempo... pasaba por aquí (disculpen la molestia), sólo quise dejar sentado que aún estoy vivo y que esta es la canción que he elegido para acompañarme en lo que me queda de vida...