
caminé de la panamericana hasta la puerta de casa mientras tarareaba "puente": "un día más, un día más... arriba el sol, abajo el reflejo de cómo estalla mi alma..." abrí, cerré, me senté en la mesa a desayunar con todos el pan tostado de doña juana y el infantable pescadito frito con café humeante y bien cargado. en casa sentí que cada día que he pasado fuera ha servido para reconocerme foráneo, ajeno, cada vez más lejano de esa realidad que ha dejado de ser la mía (aunque me duela decirlo)...
es tarde, estoy cansado, mi flaca no está conmigo ahora (la extraño), me duele la cabeza y sólo deseo dormir, dormir largo, largo, todo el tiempo... pasaba por aquí (disculpen la molestia), sólo quise dejar sentado que aún estoy vivo y que esta es la canción que he elegido para acompañarme en lo que me queda de vida...
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