
ya antes me he referido a los bloggers chimbotanos, bastante elocuentemente por cierto: he dicho que los hay aburridos (se computan novelwriters de biblioteca clandestina: qué triste su vida), falsos gurús de la non plus ultra tecnología (honradez y trabajo), estudiantes desilustrados, camarógrafos extraviados (e irremediablemente sin futuro) y especímenes con inclinaciones erótico-afectivas hacia su misma especie o género (sin que esto menoscabe en absoluto su floro barato y descerebrado a la hora de entrevistar). y hay más: los hay quienes postean a diario y quienes como yo sólo se acuerdan de escribir cuando no golpea la resaca. hay quienes -como cierta blogger- están obsesionados con la trova o alguno de esos géneros musicales que dan caché y son "otro nivel". hay bloggers (la mayoría son periodistas, qué lamentable) que postean de vez en nunca y hay otros (que por ahí he encontrado) que -en aras de la libertad individual- postean la más condensada basura existente en nuestra sociedad (y están orgullosos). por ahí hay un blogger que comparte sus juergas en los conciertos a donde suele asistir (como será). y como les dije a los engendros que vinieron a buscarme "para escribir en su portal": que se jodan, pero bien lejos de mi.
por si es necesario una vez más, ahí les va: no me jodan: blogeen y váyanse a postear al infierno, pero no insistan que escriba para sus tristes proyectos on line, ¿ok?... he dicho: si los vuelvo a ver por esta cabina los sueno. y, amorcito: alístate porque vamos a salir (te pones tu blusa verde, ¿si?) y disculpa el lenguaje, pero es que a esta clase de gentuza no se les puede hablar de otra forma...
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